martes, 23 de mayo de 2017

No puedo respirar.



De repente, mi corazón me duele como si alguien me lo estuviera apretando.
Tanto. Tan fuerte.
Mis pulmones ya no son capaces de respirar.
Me los han arrancado.
Ayuda, no puedo respirar.

Me ahogo.



Mis ojos buscan algo a lo que aferrarse, pero no hay nada.
Ni nadie.
Mi boca, abierta, buscando el aire que me falta.
Dando bocanadas al aire que se escapa.
Y  una expresión de dolor en mi rostro.
Que acabe este dolor.


A cada apretón, siento cómo un reguero de sangre, un suspiro y un trazo de vida se escapan de mí.

No hables más. Necesito que te calles.
Porque tus palabras son puñales.
Y no tengo aire.
No hay nadie aquí que pueda ayudarme
¿Cómo es posible si estoy rodeada?
No hay nadie...

No sabes lo que duele mirar a una ventana vacía,
Sabiendo que nunca más te asomarás.

Quiero gritar, pero no me puedes escuchar.
Por más que aprieto los puños buscando la fuerza que me falta

Tú no estás. 

miércoles, 17 de mayo de 2017

Incansablemente.





Te da miedo volver a enamorarte
Dejar que tu corazón lata al ritmo de otro.
Querer besar solo unos labios
Tan lentamente
Que el tiempo no pase.
Lamer cada rincón de su piel.
Arañarlo durante el placer
y volverlo a besar. 
I N C A N S A B L E M E N T E

Yo sí que me quiero enamorar de ti
Tirarme al vacío, si es contigo, es una buena opción.
O morirme en el intento.
Total, me acostumbré a las cicatrices.

Que me quiero arrancar la piel porque no te siento.
Y no quiero mirar a nadie a los ojos, porque no tienen tu verdad.
Tu luz. Tu alegría. Y tu pena.
Ay, tu pena.
Solo los que de verdad te conocen saben de ella.
Que te acuestas con ella cada noche y tienes miedo a soltarle la mano
Por si acaso también te deja
¿Qué te quedaría entonces?
Yo.
Te quedo yo.
Yo me quedo.
Solo tengo miedo de tu miedo.
Pero por ti me hago valiente, me convierto en tu fuerza y te saco de tu cueva.
Sal conmigo y cómete el mundo.
O cómeme a mí, que estoy aquí.
Pero sé valiente y por una vez, no tengas miedo.
Has perdido demasiadas batallas como para llorar ahora.

Si no te quedas, al menos haz una cosa.
Bésame. Como nunca antes has besado.
Luego vete y no eches de menos mis labios.