miércoles, 19 de diciembre de 2018

Mirada de caramelo






Hay veces que
las palabras sobran
Y tú dices más
con tu mirada
Que todos los libros
Con miles de páginas.

Solo quiero que sientas el hormigueo
que siento yo
cuando te veo.
Y con cada beso quiero
Secar cada lágrima
que hayas derramado.
Quiero que seas tan feliz
Que las pesadillas se esfumen,
Tus sueños se cumplan con los años
Y en ese tiempo
Estar a tu lado.

Mirada de caramelo,
Quieres volverme loca,
Cuando me agarras del pelo
Y me besas la boca.

Ojalá todos te vieran con mi ojos...
Porque repartido en cachitos pequeños
Tienes dulce por todo tu cuerpo,
Imposible de comer todo de una vez.
Tienes los labios más traviesos
Donde volver a perderse.
Y escondido tras tus brazos protectores
Tienes el corazón más sensible
Capaz de volver a querer.

Me encanta poder besarnos en Madrid,
Caminar de la mano por la calle
Y dejar de escondernos por fin.

Porque después de un año
No ha cambiado
La manera en que te miro.
Entrelazamos las manos
Simulando la vida que tenemos
Siempre sabiendo dónde buscarnos.

Nos quedan muchos mares
Donde sumergirnos.
Emborracharnos en tantos bares
Que perdamos el sentido
Y perdernos en lugares
Alejados de todo lo que nos ata.

Es cuando me miras
Y me acaricias el pelo
Cuando se me rompen los planes
E improviso sonriendo.
Queriendo guardar saliva
Para susurrarte un te quiero.

Vuelves a aparecer
Escondido entre la gente
Cada vez que quiero escapar
Me vuelves a salvar
Una y otra vez.

Una bala me atraviesa cada vez
Que cruzamos las miradas
Y siento que vuelvo a ser
Aquella loca que enamoraste sin querer.


sábado, 3 de marzo de 2018

Admito.





Llegados a este punto
ya no hay vuelta atrás.
Seré valiente,
apostaré todo y
me dejaré llevar.

Eres
ese primer rayo de sol
que te calienta en una fría mañana,
o esas gotas de lluvia
que notas a través de la ventana
y acaricias sin querer.
Esa sensación de calidez
cuando más frío tienes.
El desayuno en la cama
o el abrazo por la espalda
cuando más lo quieres.

Cómo haces
para convertir todo 
en una aventura
sin pies ni cabeza
pero mucho corazón...


Quiero que todos los días
sigan siendo como el primero,
cuando las mariposas subían,
se nos paraba el tiempo
y se me atragantaban los "te quiero"
junto con las ganas de besarte,
tenerte en mis brazos y,
hacer contigo arte.

Admito que llegados a este punto
me da igual que venga el fin del mundo
mientras nos pille en la cama
y juntos.

Mátame despacio
Rómpeme rápido.


Recuerdo cuando cualquier excusa
era buena para rozarte
y con solo un día verte
era razón suficiente
para sonreír esa semana. 

Eran nuestros encuentros intermitentes
los que me hacían confundir
los sueños en mi mente.
¿Qué existía y qué no?
¿Me llegaste a besar de verdad?
O fui yo una vez más...
Soñándote.

Ahora sé que eres real
Tanto, 
que te llevo más adentro
que mi sangre
y más en la piel,
que mis tatuajes.

Nos refugiábamos
en que teníamos tiempo
y sin embargo
siempre pasaba volando
a tu lado.

Admito que muero por beberme sorbo a sorbo tu locura.


Me niego a callar ahora
y escribirte mil poemas después.
Me niego a no volver a besarte.
Por eso tus hombros son mis guardianes
y tus labios...
el punto al que regresaré. 



sábado, 13 de enero de 2018

Calma y locura




















¿Conoces la leyenda japonesa
Del hilo rojo del destino?
Ese que une a dos personas
Y no importa cuán lejos
O cuán cerca estén
Nunca
Se rompe
Y siempre
Las mantiene unidas.



Creo que ese maldito hilo
Se ha enrollado en mi corazón
Y amenaza con no alejarse de ti...




Porque no hay lugar en el mundo
Donde desee estar
Que entre tus brazos.

Esos
que hablan de amor
Y dicen ser mi refugio y,
Joder, qué razón.

Esos
que me encienden
Y soy capaz de quemar,
Mares y secar,
Desiertos.

Desiertos como el de mi cama
Cuando no estás
O el de mi boca
Si no me besas.

Reconozco que cuando
Nos volvemos a ver,
Siento una bocanada de aire
Que me acaricia y me revuelve el pelo,
En una misma sensación
De calma y locura,
Diciendo que todo está bien.

Recuerdo cuando entraste en mi vida
En esa vida en ruinas
Que se me caía a pedazos.
Y cómo en un año,
No necesité a nadie más
Que a ti, la poesía y mi guitarra.

Cómo solo con verte
Me removías
el alma...
Sin ser yo consciente
De lo mucho que te necesitaría.

Como ahora cuando te escribo
Es cuando más te echo de menos
Cuando más necesito
Enterrar mis labios en tu cuello.