Siempre nos quedará Madrid.

Me quedo con los atardeceres en tu cama,

Nuestros desayunos en tu casa

Y tus ganas por la mañana.

Me quedo con querer llenarte de besos,

Esos... que me erizan la piel.

Me quedo con sentirnos cerca

Cuando más lejos estamos.

Eres de ese tipo de personas que te dejan huella.

Pero no herida.

Y no vuelves a ser la misma.

En el fondo, sabes que algún día se irán

Pero en ti se queda su esencia.

Porque nunca se olvida,

A la persona que te enseñó a amar.

Me quedo con tu mundo interior,

Tu sensibilidad y tu labia.

Tu sabiduría, experiencias

Y anécdotas de tu vida.

Me quedo con tus bromas

Y nuestras risas.

Me quedo con las películas sin final

Que siempre nos perdemos

Por fundirnos en el fuego.

En fin, me quedo...

Me quedo contigo.

Puede que no tengamos París,

Pero siempre nos quedará Madrid.

5:26 am

¿Recuerdas nuestro primer beso?

El lío en el que nos metimos...

Tus labios recorriendo mi cuerpo,

Tus dedos jugando con mi pelo

Y yo intentando mantenerme entera

Sobre estas piernas que tiemblan por ti.

¿Recuerdas mis prisas por irme?

Y tú preguntándome que si te iba a echar de menos...

No tenías ni idea de lo mucho que me faltabas.

Creo que hay veces que sigues sin tenerla.

No sé si fueron tus labios,

tu mirada de seductor,

tu voz que acaricia

o esa maestría

en acariciarme,

pero si esto es un sueño,

Por favor no me despierten.

Que quiero vivir así para siempre.

Vámonos de aquí

A donde nadie pueda vernos

Donde nuestros pasos se borren

Y nuestros besos no sean secreto.

Que nadie nos siga

Porque pienso disfrutar

Cada segundo de vida

Que tenga a tu lado.

Mátame despacio

 ¿Por qué cuando te dice te quiero

Tú no le dices que tú más?

Como si fuera posible...

Él no sabe que en sus comisuras

Al igual que el resto de su cuerpo

Esconde la llave de tus locuras

Y el mapa de los besos.

Tampoco sabe que dormirías

100 noches a su lado,

Con tal de verle amanecer

101 días.

Que no eres capaz

de decirle todo esto,

Porque te da vértigo hablar

De todo lo que sientes...

Yo que pensaba

que solo podría escribir

Con el corazón hecho trizas,

Me enseñas que es posible

Convertirte en mi papel y tinta.

Sin embargo

Todo va cobrando sentido

En este corazón desordenado

De esta aventura que el destino

Nos tenía guardado.

Cuántas veces me he mordido

Asegurándome de que no soñaba

Por haberte tenido

En mis sueños y en mi cama.

Quién nos iba a decir

Lo que un beso

desencadenaría.

Dicen que la distancia

hace el olvido

Pero a nosotros

nos acerca

Y nos vuelve locos.

Mátame despacio, amor,

Que mis dedos

no quieren acariciar otros cuerpos,

Ni mis labios, besar,

Ni mis ojos, mirar.

Ya no sé si follamos

hacemos el amor,

O le estamos escribiendo

Una nueva acepción

A la palabra pasión.

Irte y sentir:

El calor de tu ausencia,

La humedad de tus besos

Y el perfume de tu presencia.

Que llevo clavada en las costillas

La rosa que me regalaste aquel día.

Corazón a rayas.

Cualquier excusa es buena para rozarte.
Cualquier explicación buena para mirarte,
y cada vez que me rozas, algo se despierta dentro de mí
que me hace incapaz de dejar de                S    U    S    P    I    R   A    R    T    E.

No sé cuántas veces ge intentado escribirte,
cuántas excusas he inventado.
Cuántas veces he forzado una coincidencia.
Un encuentro.
Para verte fuera de nuestro... cuento.
De esta historia que hemos creado, sin siquiera ser nosotros los actores.

Tú, un lápiz y un papel sois suficientes para hacerme temblar.
Encima me quieres calmar si ves que me pongo a hablar de las cosas que amo.
Habla tú que yo ya me quedé sin palabras hace mucho tiempo.
Juegas con mi fuego a encenderte tu cigarro.
Como si fuera una broma de mal gusto.
Prefiero que apagues tu cigarro en mí.
Así me daré cuenta de que realmente me haces daño.
Que todo es un sueño y que tú no estás a mi lado.

Creo que estoy tachando demasiado en este poema.
Puede que realmente quiera tacharte
a ti de mí.
De mi piel y de mi corazón.
Aunque tenga que abrirme en canal y tacharte.
Una raya más.
En mi corazón a rayas.

No me vale pasar tiempo sin ti
si luego no tiemblo al recordarte.
No quiero tu recuerdo si no trae consigo
una debilidad por tu cuerpo.
Que no sé si quiero perderme contigo
o perderme sin ti.

No puedo respirar.

De repente, mi corazón me duele como si alguien me lo estuviera apretando.

Tanto. Tan fuerte.

Mis pulmones ya no son capaces de respirar.

Me los han arrancado.

Ayuda, no puedo respirar.

Me ahogo.

Mis ojos buscan algo a lo que aferrarse, pero no hay nada.

Ni nadie.

Mi boca, abierta, buscando el aire que me falta.

Dando bocanadas al aire que se escapa.

Y  una expresión de dolor en mi rostro.

Que acabe este dolor.

A cada apretón, siento cómo un reguero de sangre, un suspiro y un trazo de vida se escapan de mí.

No hables más. Necesito que te calles.

Porque tus palabras son puñales.

Y no tengo aire.

No hay nadie aquí que pueda ayudarme

¿Cómo es posible si estoy rodeada?

No hay nadie...

No sabes lo que duele mirar a una ventana vacía,

Sabiendo que nunca más te asomarás.

Quiero gritar, pero no me puedes escuchar.

Por más que aprieto los puños buscando la fuerza que me falta

Tú no estás. 

Incansablemente.

Te da miedo volver a enamorarte

Dejar que tu corazón lata al ritmo de otro.

Querer besar solo unos labios

Tan lentamente

Que el tiempo no pase.

Lamer cada rincón de su piel.

Arañarlo durante el placer

y volverlo a besar. 

I N C A N S A B L E M E N T E

Yo sí que me quiero enamorar de ti

Tirarme al vacío, si es contigo, es una buena opción.

O morirme en el intento.

Total, me acostumbré a las cicatrices.

Que me quiero arrancar la piel porque no te siento.

Y no quiero mirar a nadie a los ojos, porque no tienen tu verdad.

Tu luz. Tu alegría. Y tu pena.

Ay, tu pena.

Solo los que de verdad te conocen saben de ella.

Que te acuestas con ella cada noche y tienes miedo a soltarle la mano

Por si acaso también te deja

¿Qué te quedaría entonces?

Yo.

Te quedo yo.

Yo me quedo.

Solo tengo miedo de tu miedo.

Pero por ti me hago valiente, me convierto en tu fuerza y te saco de tu cueva.

Sal conmigo y cómete el mundo.

O cómeme a mí, que estoy aquí.

Pero sé valiente y por una vez, no tengas miedo.

Has perdido demasiadas batallas como para llorar ahora.

Si no te quedas, al menos haz una cosa.

Bésame. Como nunca antes has besado.

Luego vete y no eches de menos mis labios.

Secreto

Prométeme una cosa,
que esto quede entre nosotros
que nadie sepa de tu boca
y que nadie sepa de la mía
que construimos una historia
más bonita que Gran Vía.

Que nadie sepa que tus ojos
            se encuentran con los míos
                         incluso cuando no se buscan
                                           incluso cuando ni se miran.

Que nadie sepa que tu piel
necesita a la mía
como quien necesita mirar
dentro de una caja vacía.

No me mires así,
sabes que nunca
te diría todo esto
sin haberlo pensado antes.

Maldita locura.

Guarda en secreto los momentos
en los que susurraba
que te quiero.

Guarda los poemas que te escribo
porque necesito
que sepas que eres mi inspiración
y con ello frustración.

Eres mis lágrimas
y mis sonrisas.

Quien de valor escatima,
Cupido le castiga.

Quiero decir tanto
y hablar tan poco.

Seremos fuego.

El día que derrumbemos la pared seremos fuego
y gritaremos, corriendo, al mundo que no es un juego,
Que querernos es una fantasía
y que puede ser real un día.
Más real que mis manos en tus piernas
o las tuyas en mis caderas.

Que corrernos juntos no sea un sueño
y sea tan tangible como nuestros dedos.
Que caminar descalza por tu piso deje de perseguirme
yo quiero que tú seas quien me persiga... descalzo... o desnudo.

No es que yo quiera ahora que me desees,
sino que quiero vivir de mi deseo.
De ti.

Mi deseo de ti. 

Pero para eso hay que derribar el muro,
hay que ser fuertes y vencer el miedo,
la inseguridad y la duda,
dejarnos caer en los brazos del deseo
y que nos meza sin miedo
hasta quedarnos dormidos
yo en tu cuerpo y tú en el mío.

Se ha caído la venda...

Se ha caído la venda que tapaba mis ojos.
Se ha caído el trozo de tela que los separaba de la verdad y...

...duele. 

Ya no te veo igual.
Ya no eres la misma persona de quien me enamoré.
No tienes la misma sonrisa ni el mismo mirar
e incluso tus pasos ya no me acompañan.

Empiezo a pensar que nunca lo hicieron...

Has cambiado de perfume y ya no fumas.
Has cambiado de móvil pero sigues teniendo el mío.
Me gustaría volver a encontrarte para decirnos en qué hemos cambiado.
Cómo ya no nos amamos locamente y
cómo ahora jugamos a querer a otra gente.

¿Tú crees que podemos volver a querer después de cómo nos quisimos nosotros? 

¿Tú crees que aún queda algo dentro de mí que tú todavía no hayas chupado, mordido o comido?

¿Algo que quede dentro de mí que sea realmente mío?

Me gustaría preguntarte tantas cosas...
Pero sería como clavarme mil puñales y dejarlos curar dentro.

Creo que voy a volver a querer.
Quiero volver a querer tan desesperada, loca e incansablemente como lo hice contigo.
Quiero desnudarme con él
y caminar desnuda sin tus puñales.

No quiero tus ojos que cortan mis venas,
no quiero tus labios que queman mi piel,
no quiero tus manos que arañan mi espalda,
no quiero tus promesas de vinos de ayer.

Tú no me conociste.
No te intentes llevar el mérito
porque te conté mi historia pero no supiste leer entre líneas.
Que no soy fácil o difícil,
ni soy un puzzle por resolver.

Seguro que estarás leyendo este poema pensando que está escrito para ti,
pero solo hay un verso con tu nombre.
¿Ves como no me conociste?
Traga saliva, estás a salvo.
Ya vuelves a estar a la deriva.

Se ha caído la venda que tapaba mis ojos y,
empiezo a sospechar,
que he sido yo quien la ha arrancado.