sábado, 3 de marzo de 2018

Admito.





Llegados a este punto
ya no hay vuelta atrás.
Seré valiente,
apostaré todo y
me dejaré llevar.

Eres
ese primer rayo de sol
que te calienta en una fría mañana,
o esas gotas de lluvia
que notas a través de la ventana
y acaricias sin querer.
Esa sensación de calidez
cuando más frío tienes.
El desayuno en la cama
o el abrazo por la espalda
cuando más lo quieres.

Cómo haces
para convertir todo 
en una aventura
sin pies ni cabeza
pero mucho corazón...


Quiero que todos los días
sigan siendo como el primero,
cuando las mariposas subían,
se nos paraba el tiempo
y se me atragantaban los "te quiero"
junto con las ganas de besarte,
tenerte en mis brazos y,
hacer contigo arte.

Admito que llegados a este punto
me da igual que venga el fin del mundo
mientras nos pille en la cama
y juntos.

Mátame despacio
Rómpeme rápido.


Recuerdo cuando cualquier excusa
era buena para rozarte
y con solo un día verte
era razón suficiente
para sonreír esa semana. 

Eran nuestros encuentros intermitentes
los que me hacían confundir
los sueños en mi mente.
¿Qué existía y qué no?
¿Me llegaste a besar de verdad?
O fui yo una vez más...
Soñándote.

Ahora sé que eres real
Tanto, 
que te llevo más adentro
que mi sangre
y más en la piel,
que mis tatuajes.

Nos refugiábamos
en que teníamos tiempo
y sin embargo
siempre pasaba volando
a tu lado.

Admito que muero por beberme sorbo a sorbo tu locura.


Me niego a callar ahora
y escribirte mil poemas después.
Me niego a no volver a besarte.
Por eso tus hombros son mis guardianes
y tus labios...
el punto al que regresaré. 



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