miércoles, 18 de mayo de 2016

No estamos hechos para amar.



Me estoy volviendo loca. No soy capaz de controlar todo lo que siento. Todo va tan rápido que tengo miedo a despeinarme.

No soy de las que dicen "Te quiero" a cualquiera y, sin embargo, contigo sentía que desde el primer momento en que te vi se me iba a escapar un "Te quiero" sin querer. Qué tonta soy. Yo que pensaa que me había enamorado, que sabía lo que era el amor y que sabía perfectamente lo que quería en una relación. Ilusa. En el amor todos somos unos inútiles masoquistas, que callan los miedos y discuten sobre los mismos temas una y otra vez... Dejando que los verdaderos problemas te reconcoman en el interior, haciéndose grandes, haciéndose fuertes ahí dentro. Alimentándose de ti. Hasta que un día te levantas y ya no te quedan fuerzas para luchar, porque el miedo se ha comido a tu corazón. ¿Y qué te queda entonces? Si estás vacía. ¿Cómo amas sin corazón?

Yo no quiero cortarte las alas. Tampoco quiero que tú me las cortes a mí. Sólo quiero ser feliz contigo y que volemos de la mano. Aunque los seres humanos no estemos hechos para caminar de la mano, ya ves, en seguida nos sudan y las separamos con asco, secándonos en el pantalón el sudor de la otra persona. Luego somos los primeros que, desnudos, lamemos ese sudor del cuello. ¡Qué ilusos somos los humanos! ¿Cómo limpias las ganas de tocar su piel? ¿De besarle? ¿Cómo haces para borrar su esencia... en unos vaqueros?

No estamos hechos para amar. Cuando nos gusta alguien y esa persona pasa completamente de nosotros, nos encaprichamos más. Sí, "encaprichar". Como a un niño pequeño cuando de repente le quitan un juguete con el que no jugaba desde hace meses. Somos niños pequeños en el amor. "Joder, tía, ¿cómo hago para que se fije en mí y que no se note que él me gusta?" ¿Desde cuando va el orgullo por delante? ¿Desde cuando hay tantos complejos? ¡El amor es libre! ¡Dile que te gusta! Directa y a la cara. Porque en el amor no vale andarse con rodeos. Yo no soy la más indicada para dar consejos pero, esta tarde he aprendido, que hay que ser sinceros con la otra persona, pero más importante, contigo mismo. No vale esconderse detrás de un muro de orgullo o miedo. No si quieres conseguir lo que quieres. Hay que ser valiente e ir con el corazón abriéndote paso entre la gente, que ya llegará alguien que se choque contigo y lo sostenga para que no se te caiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario